Aunque a primera vista el envase y embalaje de los productos parezca algo superfluo, la realidad es que son muy importantes para las actividades comerciales, el cumplimiento legal, y para las estrategias en varios niveles organizacionales, ya que son determinantes en la planeación y logística de la distribución de mercancías alrededor del mundo.
Esto es porque cada tipo de envase y embalaje tiene un propósito diferente de acuerdo a sus características, y por lo mismo es importante que conozcas cuáles son sus diferencias para poder sacarles el máximo partido a cada uno, y facilitar las tareas logísticas disminuyendo costos de distribución tanto en el país de origen, como en el comercio internacional.
Existen tres tipos de clasificaciones de los envases: Primario, secundario y terciario. El primario es el envase, generalmente individual, que está en contacto directo con el producto, lo que puede ser una envoltura. El secundario se refiere al recipiente que agrupa un conjunto de envases primarios, el equivalente a un empaque. Y a su vez, el terciario es el embalaje que agrupa una cantidad grande de envases secundarios para su distribución o exportación.
Los envases son aquellos recipientes constituidos de un material y forma indistintas (según la necesidad) cuyo fin es contener y proteger al producto de tal manera que evite su deterioro para llegar al consumidor final sellado y sin alteraciones.
Sin embargo, aunque esta es su función principal, los envases sirven también para distintos propósitos:
Existen distintos criterios de clasificación para envases de acuerdo a las necesidades particulares de conservación, distribución y almacenaje que le puedan proporcionar al producto, y son de acuerdo a:
Por su parte, el embalaje es un material o recipiente grande que se utiliza para proteger y conservar los productos previamente empaquetados, agrupando gran cantidad de mercancías para facilitar las labores de distribución y almacenaje.
Estos cumplen funciones en específico entre las cuales destacan:
Para realizar el embalaje se emplean principalmente: baldes, bidones de plástico, bolsas, cilindros de plástico, cajones de madera o cartón, contenedores, contenedor reefer, tarimas o palets, sacos de yute, etc.
De acuerdo al informe de Forbes, The Empty Space Economy, el 25% del espacio en los contenedores y paquetes que se transportan es aire, lo que implica una fuga de inversión.
El tipo de envase y embalaje dependerá de las necesidades de nuestros productos, así como de nuestras estrategias de distribución. El trabajo de los profesionales que gestionan esta actividad es indispensable para la industria comercial que procura la calidad de las mercancías durante todo su recorrido.