En la primera parte de este blog post, hablamos a fondo de las normativas de importación en México, como el caso de las Restricciones No Arancelarias, los tipos de impuestos y cómo estos se aplican a las importaciones.
Sin embargo, falta algo esencial que debes aprender: la clasificación y, a partir de ello, cómo las normativas cambian el protocolo para traer bienes desde otras latitudes.
En ese sentido, la clasificación correcta ayuda a gestionar trámites y a calcular los impuestos aplicables, además de optimizar el presupuesto.
Por ello, te daremos algunos ejemplos para que vayas formando una idea al respecto.
Los productos en esta categoría suelen tener requisitos mínimos de documentación y regulaciones, y su rango impositivo es generalmente bajo. Los trámites suelen ser más rápidos, lo que facilita la entrada al país y minimiza costos adicionales.
Por ejemplo, una máquina emplayadora, que se usa para el embalaje de productos en industrias como la alimenticia o la manufacturera, no requiere certificados especiales y tiene pocos trámites.
Esto facilita el proceso aduanero y reduce los costos asociados.
Herramientas manuales y eléctricas también suelen tener mínimos requisitos y no requieren certificaciones específicas para su importación.
Materiales como papel, carpetas y bolígrafos no requieren de pruebas de laboratorio ni certificaciones específicas, lo que simplifica el proceso de importación.
Algunos juguetes básicos no electrónicos pueden importarse sin certificados específicos, aunque es importante revisar si cumplen con las Normas Oficiales Mexicanas (NOMs) en el etiquetado.
Estos productos están sujetos a normas más estrictas y, por tanto, requieren permisos, certificaciones y pruebas de cumplimiento, especialmente cuando se considera su impacto en la salud, seguridad y medio ambiente.
Aquí, la planeación y la asesoría adecuada son clave para evitar retrasos y sobrecostos.
Artículos como celulares, computadoras y dispositivos electrónicos deben cumplir con certificaciones de seguridad y compatibilidad electromagnética, además de regulaciones de etiquetado.
Un ejemplo es el dicloroisocianurato de sodio, un desinfectante que enfrenta estrictas regulaciones de la COFEPRIS y SEMARNAT.
Este producto requiere pruebas de laboratorio y autorizaciones para su transporte como mercancía peligrosa, además de documentación como hojas de seguridad y etiquetado adecuado, que deberás cumplir para poder importarlo.
Otros productos con altos requerimientos incluyen:
¿No estás seguro de los trámites? ¡Nosotros podemos ayudarte a simplificar el proceso!
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