Si vas a almacenar mercancías para su venta o distribución al extranjero debes saber en qué condiciones se están guardando y en qué sitio para determinar que régimen aplica. De lo contrario te arriesgas a almacenarlas en un lugar que te podría costar más caro o bien sin ningún retorno de inversión.
El Recinto Fiscalizado Estratégico (RFE) es un inmueble que pocos importadores saben realmente cómo funciona y cuáles son sus beneficios, pues muchos lo confunden con un depósito o un almacén fiscal. José Luis Chávez Salazar —especialista con más de 30 años en supply chain y director comercial de e2e SCS— explica en entrevista con ADUAEASY por qué utilizar un RFE y aconseja a los importadores qué considerar antes de decidirse por esta opción.
De acuerdo con la Agencia Nacional de Aduanas de México (ANAM), el Recinto Fiscalizado Estratégico es un inmueble ubicado dentro de la circunscripción de cualquier aduana, propiedad de un particular, el cual se habilita para la introducción de mercancías bajo el régimen aduanero denominado recinto fiscalizado estratégico.
Dentro de este recinto, se puede introducir mercancía extranjera, nacional o nacionalizada por tiempo limitado para ser objeto de manejo, almacenaje, custodia, exhibición, venta, distribución, elaboración, transformación o reparación y mensajería.
De acuerdo con José Luis Chávez, el Recinto Fiscalizado Estratégico está focalizado al sector agroindustrial para grandes espacios y volúmenes, y no es un concepto nuevo, tiene muchos años de que existe como inmueble dentro del régimen aduanero y su última reglamentación se realizó aproximadamente hace 10 años. No obstante, asegura que está supeditado únicamente a las áreas anexas de las aduanas de Veracruz y Manzanillo.
“Existe desconocimiento de qué es un RFE, la mayoría lo confunde con depósito o almacén, no existe claridad para explicarlo. El RFE se va a seguir usando en las industrias que lo requieren, pero hay muy poca difusión de sus beneficios y hay pocas posibilidades de utilizarlo en el ámbito de las operaciones de almacenaje, lo vamos a ver en un puerto interior o en una aduana, pero lo que no se ha hecho es ir más lejos de las aduanas de donde está la actividad agroindustrial por la misma naturaleza de los servicios”, asegura José Luis Chávez.
El directivo de e2e SCS señala que la modernidad de los Recintos Fiscalizados Estratégicos no se encuentra propiamente en su infraestructura, sino en los tipos de procesos que se realizan en ellos y cómo se llevan a cabo.
“Lo moderno implica dependiendo a qué industria nos referimos, si hablamos de agroindustriales de gran tamaño los vamos a ubicar cerca de los puertos por simple conveniencia. Las empresas no mueven grandes cosas a través del país hasta que es necesario. No es que no sea moderno, es que atienden el tipo de negocio que se requiere”, explica el ejecutivo.
En ese sentido, considera que un RFE tiene ciertas limitantes, según el tipo de industria para la que se requiere. Si se trata del sector de vinos y licores no se recomienda hacer uso de un RFE, ya que no es posible hacer el proceso de marbeteo, para eso se recomienda un depósito fiscal, apunta Chávez Salazar.
José Luis Chávez considera que, desde el punto de vista de jerarquías, los Recintos Fiscalizados Estratégicos están hasta arriba de los beneficios que otorga una figura de este tipo de almacenaje, con ventajas fiscales. En un RFE el importador puede:
Antes de considerar la contratación de los servicios de un Recinto Fiscalizado Estratégico, José Luis Chávez —Maestro en Logística Integral por la Universidad Autónoma de Barcelona— aconseja al importador:
José Luis Chávez destaca que actualmente en la Ciudad de México existen muy pocos RFE. A partir de febrero de 2013, la empresa e2e SCS tiene contemplado prestar el servicio de Recinto Fiscalizado Estratégico, y a la fecha ya cuenta con la autorización como administrador de RFE y está por definir quién será el operador de RFE, ya que son dos trámites distintos.
El RFE estará ubicado en Tepotzotlán, Estado de México, en un espacio delimitado que cuenta con toda la infraestructura de almacenaje y con operaciones monitoreadas por el SAT y por aduanas, a través de Circuito Cerrado de Televisión (CCTV). Su capacidad de almacenaje es aproximadamente de 5 mil pallets con posibilidad de expandirse a 30 mil y estará dirigido a sectores de consumo, puntualmente a lo que son productos appliance.
“A veces las empresas no se asesoran porque las asesorías no son baratas. Los importadores deben plantearle al asesor su necesidad, explicarle cuál es su flujo de negocio, y a su vez el asesor les debe proponer una solución, no nada más una presentación bonita en PowerPoint, sino con sustentabilidad a la parte legal, que le ofrezca el esquema que mejor les convenga de acuerdo con lo que tiene el SAT y de acuerdo con el reglamento de operaciones”, concluye José Luis Chávez.