Se habla mucho de todos los documentos y trámites que tienes que atravesar como importador para ingresar mercancía a un país. No es algo malo, al contrario, es un proceso muy demandante y requiere de toda la atención posible.
Sin embargo, la logística y planeación de cada detalle de los seguros, contratos, embalaje, transporte, etc., nos deja la mente ocupada de principio a fin y nos impide prestar atención a aquellas cosas que también son importantes para la importación y que pocas veces obtiene el reconocimiento que merece. Estamos hablando de los recintos fiscalizados autorizados. A continuación te contamos más al respecto.
El recinto fiscalizado autorizado es como se le denomina a un inmueble que esté dentro o colindante con un recinto fiscal cuyo dueño solicite una autorización al SAT para prestar servicios de almacenaje, manipulación y custodia en la aduana. La ley que respalda a los recintos fiscalizados autorizados en México la puedes consultar en el artículo 14-A de la Ley Aduanera.
De igual forma recordemos que, según el Título Segundo, Capítulo 1 de la Ley Aduanera, todas las mercancías que ingresen al territorio nacional deben de haber entrado por un espacio autorizado en los horarios denominados para hacerlo, así como que esta manipulación de la mercancía y trámites competen a las aduanas.
Para poder obtener la autorización la persona moral debe cumplir con lo siguiente:
La concesión tiene una duración de 20 años, y se puede otorgar una prórroga hasta por 20 años más siempre y cuando se presente una solicitud durante los últimos 3 años antes de que acabe la concesión y siempre y cuando se sigan cumpliendo los requisitos anteriores.
Como dijimos anteriormente, este recinto cumple la función de prestar los servicios de manejo, almacenaje y custodia de mercancías cuando éstas son descargadas en el país de destino y esperan los procesos de inspección, despacho y liberación de mercancía; esto a su vez implica:
Asimismo, los recintos fiscalizados autorizados también son responsables por la seguridad y vigilancia de la mercancía que manejan y tienen el deber de cumplir con las normas impuestas que siguen las aduanas en México, así como acatar las reglas que el SAT disponga en el uso de sus sistemas electrónicos y el cuidado de la información.
Como podrás observar, el recinto fiscalizado autorizado es un espacio que ofrece muchas posibilidades tanto para los importadores, como para las autoridades de las aduanas. Algunos de sus beneficios son:
La confusión entre el recinto fiscalizado autorizado y el recinto fiscalizado estratégico es muy común, sobre todo si apenas comienzas a familiarizarte con este mundo ya que ambas son concesiones de la aduana a un particular, así que a continuación te compartimos algunas de las diferencias más importantes.
Una de las principales diferencias entre ambas es que, mientras que el recinto fiscalizado autorizado únicamente cumple las funciones que se resumen en almacenaje, manejo y custodia de mercancía, el recinto fiscalizado estratégico tiene su propio régimen fiscal, pues tiene autorización para introducir mercancía extranjera, nacional o nacionalizada por tiempo limitado con el objetivo de transformación, manejo, almacenaje, custodia, exhibición, venta, distribución, elaboración, transformación o reparación y mensajería sin pago de arancel ni cuotas compensatorias.
De igual forma, para poder operar correctamente, el recinto fiscalizado estratégico deberá contar con la infraestructura y permisos necesarios para la transformación de la mercancía, así como los requerimientos de seguridad.
Recuerda que entre mejor conozcas el mundo del comercio exterior, la importancia de la logística y todas las partes que lo conforman, más preparado estarás para afrontar cualquier problema que pueda surgir durante tu importación evitando multas y gastos no contemplados.
Si tienes problemas durante tu proceso, o quieres aprender a hacerlo más eficiente, no dudes en contactarnos, nosotros podemos enseñarte.