A un par de meses de que termine el año, la economía y el comercio mundial aún siguen presentando altibajos, producto de los acontecimientos que se presentaron en este 2022. Por un lado, la pandemia y los confinamientos en China y, por otro, la guerra entre Ucrania y Rusia, dos sucesos que impactaron en las cadenas de suministro mundiales, provocando una disrupción en la logística internacional.
Este panorama —además del desabasto de suministros en los países que dependían de estas economías, los retrasos en la salida de los buques de los puertos chinos y la escasez de granos y autopartes como microchips, incluso en países como México— repercutió en el costo de las tarifas de fletes de contenedores refrigerados.
Con base en el Informe anual de revisión y pronóstico de envío refrigerado 2022/23 de la firma de consultoría logística Drewry, las tarifas de flete de contenedores refrigerados en el comercio mundial aumentaron más del 50% en el año hasta el segundo trimestre de 2022.
Lo anterior, igualó las ganancias obtenidas en los precios de la carga seca y, en ese momento, se pronosticó que aumentarían aún más en el tercer trimestre del año, con lo cual superaría las tarifas de las cajas secas.
No obstante, Drewry señala que actualmente ya se está produciendo cierta estabilización en algunos comercios refrigerados y se espera que a esto le sigan disminuciones modestas hasta 2023, ya que los propietarios de carga rechazan los aumentos insostenibles de las tarifas de flete.
El índice global de tarifas de carga de contenedores refrigerados de Drewry —un promedio ponderado de las tarifas en las 15 principales rutas comerciales intensivas en contenedores refrigerados— aumentó un 50,4% interanual en el segundo trimestre de 2022, y se pronosticó que la lectura del tercer trimestre aumente aún más, aunque el ritmo de crecimiento se desacelerará.
Esta empresa consultora revela que las rutas Este-Oeste han visto aumentos modestos en las tarifas de flete en los últimos cuatro trimestres, ya que la presión sobre la capacidad ha disminuido gracias a la reducción del comercio de carne de cerdo desde Europa y América del Norte hacia Asia.
Además, destaca que la excepción ha sido el transatlántico en dirección oeste, cuyo volumen aumentó hasta un 9% en el año hasta el segundo trimestre del 2022, mientras que las tarifas del flete promedio se duplicaron durante el mismo periodo, ya que la apertura temprana de la economía norteamericana impulsó el consumo en los sectores de hotelería, catering y entretenimiento.
De cara al futuro, Drewry prevé que las tarifas de flete de contenedores refrigerados para 2023 disminuirán, pero en mucha menor medida que los precios de las cajas secas, ya que las tarifas de los contenedores refrigerados siguen siendo inferiores a las del comercio en general.
Esta firma de consultoría contextualiza que el tráfico marítimo mundial de contenedores refrigerados se recuperó un 2% en 2021 tras la pandemia que devastó 2020, alcanzando los 137,4 millones de toneladas, pero se redujo al 1,1% interanual en el primer trimestre de 2022. Frente a este panorama, Drewry pronostica que el comercio terminará el año con una ganancia anual de solo el 1%.
Expertos de esta consultora señalan que la cadena de suministro de contenedores refrigerados está en un momento precario con costos de insumos extremadamente altos para materiales como fertilizantes, empaques y energía, por nombrar solo algunos.
Las tarifas de flete siguen siendo insosteniblemente altas y, particularmente, aquellos que mueven productos de bajo valor, están enviando menos porque tienen un precio fuera del mercado.
Por lo que, los especialistas anticipan que en las negociaciones de tarifas de flete entre los transportistas y los propietarios de carga tendrán que tomar en cuenta esta situación, y eso provocará una disminución moderada en los niveles de tarifas de flete refrigerado hasta 2023.
A pesar de la incertidumbre actual, Drewry espera que el crecimiento del comercio marítimo de contenedores refrigerados se acelere en los próximos años, para expandirse a una tasa anual promedio del 3% hasta 2026.
Algunos de los factores que influirán en esto es el cambio modal, y se prevé que la porción en contenedores crezca a un ritmo más rápido de 3.7% CAGR (tasa de crecimiento anual compuesto), ya que la flota de buques frigoríficos especializados continúa envejeciendo inexorablemente con muy pocas unidades en la lista de pedidos.
En estas proyecciones también se suma el temor de una desaceleración global del comercio, incluso los expertos en economía hablan ya de una inminente desaceleración de la economía de Estados Unidos.
En este contexto, Drewry vaticina que la interrupción de la cadena de suministro seguirá siendo una característica hasta bien entrado 2023. Por lo tanto, los propietarios de la carga deberán tomar más control de su logística para garantizar la entrega oportuna y la integridad óptima del producto.
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