México: polo logístico para las importaciones e inversiones chinas

México se ha convertido en un polo logístico, sobre todo para la atracción de inversiones y la relocalización de las empresas asiáticas gracias a su conectividad, entre otros factores. El nearshoring es clave en este crecimiento; según cifras de la Subsecretaría de Hacienda se prevé que al cierre de 2023 México crecerá más del 3% debido al impulso del nearshoring, cuyo impacto se percibe principalmente en el norte del país por la relocalización de las empresas.

En entrevista con Aduaeasy, Esaú Garza de Vega, director y fundador de Alternativas y Soluciones Múltiples del Sureste (ASMS) —empresa de consultoría, especializada en importaciones e inversiones— habla sobre cómo el país se ha convertido en ese polo logístico; acerca de la relación comercial entre China y México; los principales desafíos que enfrentan las empresas que van a importar de ese país asiático a territorio mexicano y de cómo tener un proceso de importación exitoso.

¿Realmente México es un polo logístico?

De acuerdo con Esaú Garza, México cuenta con ventajas geográficas que le permiten tener mayor conectividad marítima hacia el Pacífico y el Atlántico para enlazarse con Europa, África, Medio Oriente y Centro y Sudamérica; mientras que a nivel terrestre, se vincula con Estados Unidos y Canadá, ya sea vía carretera o férrea, con lo cual optimiza costos y tiempos de traslados.

Otro de los factores atractivos del país es su red tan vasta de tratados de libre comercio que mantiene con más de 40 países. Éstos le permiten contar con preferencias arancelarias en diferentes mercados del mundo y lo convierte en una base de manufactura muy importante, explica el directivo.

En cuanto al desarrollo de infraestructura, señala que “México poco a poco ha ido ampliando carreteras, vías férreas, aeropuertos, sin embargo, podemos seguir ampliando las capacidades sobre todo por la creciente demanda de proyectos de logística o aquellos que requieren más servicios. En energía hoy en día no tenemos la suficiente capacidad como para toda la industria que tiene interés de llegar a México; tenemos que empezar a buscar alternativas de abasto de energía para que las empresas tengan el suministro para sus operaciones”, subraya Esaú Garza.

Inversiones e importaciones chinas en México

Esaú Garza destaca que la tendencia del nearshoring que actualmente prevalece en México tiene sus antecedentes desde antes de la pandemia cuando Estados Unidos impuso su estrategia geopolítica al incrementar aranceles a China, lo que provocó que algunos fabricantes de este país salieran del mercado y vieran en México una alternativa para establecer sus plantas.

Posteriormente a ese reacomodo, con la pandemia del COVID se registraron cierres de las plantas de manufactura de China, lo que provocó la escasez a nivel internacional de componentes para las líneas de producción, así como los cierres de carreteras, puertos y aeropuertos. Esto produjo una reconfiguración de las cadenas de suministro globales y “ahí es donde México se vuelve un país receptor de plantas de manufactura que estaban en China para abastecer a Estados Unidos. Se diversificó su producción, (ahora) lo que se abastece para Norteamérica se manufactura en México”, explica Esaú Garza. 

Hoy existe una presencia cada vez mayor de empresas chinas que buscan establecerse en México y, al mismo tiempo, se han incrementado los insumos provenientes de ese país. “Es un poco contradictorio que se estén incrementando las importaciones de China mientras se está reduciendo la producción de ese país, lo que estamos viendo en gran escala es el movimiento de empresas de China a México que están importando su materia prima mientras consiguen una fuente local o más cercana de abastecimiento, y también el envío de maquinaria china para estas fábricas”, resalta el ejecutivo.

Datos de la Secretaría de Economía revelan que en el periodo de enero a diciembre de 2022, la Inversión Extranjera Directa (IED) proveniente de China a México fue de 282 millones de dólares. Mientras que el balance comercial neto entre México y China (diferencia de exportaciones e importaciones entre ambos países) en 2023 es de 31,320 millones de dólares.

Desafíos de las empresas que van a importar de China a México

El director de ASMS señala que tanto las empresas que van a importar mercancía de China como las que buscan establecerse en México enfrentan desafíos como la barrera del idioma. “Veo proyectos en donde no se entienden bien las partes no solo en la negociación. Quienes están haciendo esta instalación son los chinos y la gente local no comunica bien el mensaje, es cuestión del idioma lo que impide que avance de manera más rápida la negociación”, indica Garza de Vega.

Por ello, considera importante que las empresas conozcan al importador o a la compañía con la que van a hacer negocio y que tomen en cuenta el marco regulatorio en materia arancelaria y administrativa que se aplica tanto en China como en México.

Recomendaciones para un mejor negocio

Esaú Garza aconseja seguir las siguientes recomendaciones si se busca hacer un mejor negocio tanto de importación como de inversión con el país chino:

• Conocer los aspectos culturales del negocio, ya que muchas empresas chinas trabajan de manera globalizada, conocen de logística y cuentan con el expertise de los negocios internacionales.
• Visitar a los empresarios tanto en la planta china como en México, para saber si cuentan con las certificaciones correspondientes que avalen la calidad de sus productos.
• Verificar la producción en planta, puede ser también a través del envío de muestras, y conforme se vaya generando la relación comercial incrementar los volúmenes de productos que se van a comercializar.
• Analizar si el producto que se va a comercializar solo se va a importar y a vender, o si también se va a manufacturar, se le va a dar valor agregado y se va a exportar, ya que se deben conocer las reglas específicas de producción, importación y exportación cada país.

“Para que la curva de crecimiento del nearshoring avance, México necesita seguir robusteciéndose en su infraestructura, en la disposición de los diferentes servicios (energía, gas y agua) y en mano de obra calificada. Si queremos tener una industria muy especializada hay que ir desarrollando las habilidades de los jóvenes que se van incorporando; necesitamos inversiones en infraestructura y es importante que las empresas locales se puedan sumar y ser parte de esta cadena de valor de lo que está llegando a México como nearshoring”, concluye Esaú Garza.