El compliance o cumplimiento garantiza el desarrollo de la actividad de comercio exterior y de la cadena de suministro, siempre y cuando el importador y el exportador cumplan con las normas que demanda la autoridad aduanera. Al menos el 34% de las compañías terceriza la parte de compliance, de acuerdo con datos de la consultora Deloitte.
En el evento The Logistics World Summit & Expo 2023 se presentó la conferencia “Cumplimiento del comercio exterior en la cadena de suministro”, con la participación de Pablo Gopp, Global Trade Solutions Specialist de Thomson Reuters y Eduardo Castorena, Partner Global Trade en Deloitte.
Los directivos identifican las áreas del comercio exterior en las que se les complica a las empresas dar un buen cumplimiento, sus desafíos y errores más comunes para sumar más compliance y las recomendaciones para minimizar riesgos y tener una cadena de suministro más eficiente.
Primero es preciso definir ¿qué es el compliance o cumplimiento y por qué las empresas deben crear un área que se encargue de esta tarea? De acuerdo con Deloitte, el cumplimiento consiste en establecer las políticas y procedimientos adecuados y suficientes para garantizar que una empresa desarrolle sus actividades y negocios conforme a la normativa vigente y a las políticas y procedimientos internos, promoviendo una cultura de cumplimiento entre sus empleados, directivos y agentes vinculados.
Todas las actividades de una compañía de comercio exterior están vinculadas al cumplimiento, pues tanto a nivel interno como externo cuentan con procedimientos que tienen que ver con el cumplimiento normativo y regulatorio que deben acatar para no incurrir en omisiones y sanciones.
Pablo Gopp señala que las áreas de comercio exterior de las empresas destinan una gran cantidad de tiempo en tareas de menor valor agregado como por ejemplo actividades manuales, reportes, llamadas y envíos de correos. Y dedican poco tiempo en funciones que otorgan mayor valor agregado como la mejora continua, las auditorías y el cumplimiento.
Considera que todas aquellas empresas que están dentro de la actividad de comercio exterior cuentan con ventajas competitivas en materia regulatoria, así como Tratados de Libre Comercio (TLC) que le permiten a México establecer relaciones comerciales con una gran cantidad de países, pero esto también les exige a las empresas que tengan mayor regulación y controles internos para no perder dichos beneficios. El cumplimiento les ayuda a trabajar de una forma prolija siguiendo los patrones que exige la autoridad.
Los especialistas subrayan que existen requisitos obligatorios en donde las empresas importadoras y exportadoras tienen áreas de oportunidad a mejorar en materia de cumplimiento. Un ejemplo de esto es el certificado de origen.
“Muchas veces las compañías tienen el certificado enmicado y cumplen con la regla de origen, pero no cuentan con la documentación relacionada que avale la producción de las mercancías y que refleje que la compañía proveedora llevó a cabo la producción a través de un sistema interno y de control de inventarios, por lo que la autoridad determina que no se acredita el carácter de originario de la mercancía”, explica Eduardo Castorena.
Otro requisito es la clasificación arancelaria, ya que muchas veces no se prioriza en las empresas y si bien la realizan sus agentes aduanales, el importador es el responsable de una mala clasificación, por lo que es importante el cumplimiento de validación de esas actividades, sobre todo si se está en un rubro en donde el volumen de productos y la diversificación de capítulos arancelarios es mayor.
Actualmente es muy común que muchos importadores no cuenten con tecnología avanzada para realizar sus procedimientos y sistematizar sus actividades y continúan haciendo procesos de manera manual.
“El principal problema es el error humano que siempre existe y a través de la tecnología lo puedes mitigar al 100%. Hay que revisar los procesos para disminuir totalmente el riesgo, es importante que se implemente tecnología sí o sí, puede haber cosas que no se pueden mejorar al 100%, pero hay otras que sí”, asegura Eduardo Castorena.
Los principales errores que cometen los importadores en compliance son:
Para sumar mayor cumplimiento al interior de las empresas y en la cadena de suministro, los expertos recomiendan:
Entender cuál es su negocio para poder detectar y generar los manuales internos.
Definir los riesgos que se tienen en el ámbito del comercio exterior y proponer ajustes de mejora continua.
Involucrar a todas las áreas, junto con sus equipos, a fin de que entiendan que se tienen que cumplir y seguir procedimientos.
Auditar, verificar y controlar para que los resultados sean óptimos.
Contratar asesoría para sumar compliance a todos los procesos.
Apoyarse en la tecnología con el objetivo de que se puedan trazar y controlar los procesos y que éstos se encuentren sistematizados en una plataforma.
Certificarse en programas como OEA y CTPAT, los cuales, además de cumplir con requerimientos que demanda el cliente, les permitirá disminuir riesgos.
“El cumplimiento les permite a los importadores ofrecer servicios y productos en tiempo y forma y cumplir con todos los requerimientos normativos de la autoridad del país que regula y de los procedimientos internos de cada compañía. Pero el gobierno, además de generar empleos e industrializar al país para atender la demanda del nearshoring, enfrenta el reto de invertir con un know how y no solamente mano de obra”, concluye Eduardo Castorena.