El 82% de las exportaciones de México se van a Estados Unidos a través del transporte de mercancías, el cual depende de procesos logísticos y cadenas de suministros. Actualmente, ¿de qué forma la postpandemia ha transformado la economía mundial y el comercio exterior y cómo se deben gestionar las cadenas de suministros para que México tenga un crecimiento en su comercio exterior?
Como parte del XXVIII Congreso del Comercio Exterior Mexicano del COMCE (Consejo Empresarial Mexicano de Comercio Exterior, Inversión y Tecnología) se realizó la mesa panel “La nueva gestión de la cadena de suministros”, en el que participaron: María Marisa Abarca Hernández, directora general de Puertos de la Secretaría de Marina; Roberto Ramos Casas, presidente de Itrans; Norma Becerra Porcoroba, presidenta de la Asociación Mexicana de Agentes Navieros (AMANAC); y Jorge Márquez Abreu, director general comercial de Grupo México Transportes.
Tras el surgimiento del COVID-19, la economía y el comercio mundial se transformaron. Los expertos señalan que en la etapa de postpandemia que se vive actualmente los países se están enfocando en una reactivación asertiva de la economía, no obstante, existen desafíos como los nuevos hábitos de consumo, exceso de inventario y escasez de inventario de productos no esenciales como los chips para la industria automotriz, escasez de buques, de contenedores y de conductores de transporte de carga, entre otros.
A eso se le suma el conflicto bélico entre Ucrania y Rusia, que aún no se resuelve, las medidas sanitarias que se siguen implementando en China de tolerancia cero para frenar el coronavirus y la desestabilización de las dos grandes economías mundiales: Estados Unidos y China. En esta coyuntura, los expertos consideran que México tiene grandes oportunidades en su sistema portuario para aprovechar tendencias como el nearshoring y sus tratados de libre comercio como el T-MEC.
De acuerdo con María Marisa Abarca, la columna vertebral del comercio exterior en México son los puertos y en ellos se llevan a cabo procesos logísticos y de cadena de suministros esenciales. En ese sentido, consideró que los recintos portuarios deben ser una plataforma eficiente y para eso deben facilitar las transacciones comerciales, incrementar su capacidad instalada y brindar tiempos de estadía menores.
Datos de la Secretaría de Marina revelan que el sistema portuario nacional se compone de 103 puertos y 15 terminales. En 2021 se movilizaron 286 millones de toneladas en los puertos mexicanos, 7.5% más que en 2020 debido a la pandemia. Actualmente se mueven 182 toneladas de carga comercial por todos los puertos.
María Marisa Abarca reveló que el 80% de la inversión en los puertos no es del gobierno, sino de la iniciativa privada. Por lo que aseguró que se está invirtiendo en las diferentes terminales portuarias como el Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec y en la construcción de un puerto para cabotaje en el puerto de Lázaro Cárdenas con el objetivo de incentivarlo como la plataforma logística del Pacífico.
Por su parte, Roberto Ramos Casas destacó que actualmente el consumidor ha cambiado las reglas del juego en la demanda y en las entregas en la industria del retail, por lo que dijo que quienes están detrás de la cadena de suministro deben alinearse para cumplir con sus expectativas.
Coincidió en que las autoridades portuarias son un factor vital para que el puerto funcione sin fricciones, sin tener que eliminar los aspectos regulatorios. Sin embargo, precisó que también es decisivo que los puertos fronterizos y los aeropuertos estén conectados entre sí, pues son nodos logísticos en los que hay mucho por hacer y trabajar, pues advirtió que sin conectividad e infraestructura de primer nivel tendencias como el nearshoring no podrán ser aprovechadas.
Norma Becerra Porcoroba enlistó los problemas que enfrentó el sector marítimo mundial en este año como la falta de contenedores con cargas de exportación, el cierre de los puertos chinos y los retrasos tanto de buques como de trenes ferroviarios, los cuales afectaron la cadena logística y de suministro. Un buque parado en un puerto puede costar entre 20 y 30 mil dólares diarios, documentó.
Sin embargo, afirmó que se han abierto nuevas posibilidades para que México incremente sus operaciones portuarias, ya que informó que actualmente Alibaba —uno de los jugadores más importantes en e-commerce a nivel mundial— está ingresando buques al puerto de Lázaro Cárdenas desde Asia para posteriormente enviarlos vía ferrocarril hacia Estados Unidos, lo cual reduce tiempos y costos. Por lo que confió en que se incremente el volumen de envíos.
Frente a este panorama, Jorge Márquez Abreu afirmó que el ferrocarril es 72% menos contaminante que el autotransporte con ahorros en toneladas y en CO2. Sobre esa premisa, propuso ver al ferrocarril como un aliado para que la cadena de suministro sea más eficiente y exitosa.
Además, aconsejó que las empresas proveedoras de servicios logísticos y de transporte ferroviario sean colaboradores activos con el consumidor final y con los agentes portuarios, con una conexión más transparente, y para eso se requiere de tecnología, mejores procesos y colaboración.
Los expertos que participaron en la mesa panel proponen: